' - En un crepúsculo de otoño en una tarde fría,
mas fría sabiendo que dos almas amantes se dan la despedida
Un adiós quizá para siempre o un futuro reencuentro en otra vida,
una ilusión que se destroza con lágrimas en las mejillas.
La dama sencilla esconde su agonía y en sus ojos zafíro nacen ríos de tristeza.
El mozo que desea abrazar a su amada,
mas sabe que no puede aunque su pecho oprima dolor y fatiga.
Con el murmullo del viento, juntóse como un susurro adiós, adiós…
Rompe el silencio un sollozo,un adiós de la musa, que aún se escucha a lo lejos..
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